EL OSO QUE NO PODÍA SENTIR

El oso Tomi siempre vivía feliz; todos los animales que lo conocían siempre lo veían muy feliz, nunca lo veían enojado ni triste, ni deprimido y ni mucho menos furioso. Solo lo veían muy contento.
Un día, el oso Tomi estaba paseando por el bosque, aunque él siempre se veía muy feliz, ese día particularmente estaba con una gran sonrisa, pero su ánimo estaba medio apagado.
A él siempre le encantaba disfrutar del maravilloso canto de las aves y de lo hermoso de la naturaleza. Pero este día particular siempre miraba hacia el piso como triste o deprimido.
 Él no podía sentir y no sabía cómo reaccionar.

 A Tomi le dieron una mala noticia; un día cuando él se dirigía para el trabajo, como siempre lo hacía, el jefe le informó del recorte de personal y lo echaron de la fábrica de cobijas. La fábrica más grande de todo el bosque con sucursales y tiendas y él era uno de los vendedores más importantes de ese lugar.
Su jefe lo despidió porque estaban en crisis financiera y no podrían sostener tantos trabajadores que poseían.
Esa noticia lo puso muy triste a pesar que Tomi no podía sentir ese sentimiento estaba tan deprimido, aunque su cara mostrara una gran sonrisa.
Los animales que lo querían mucho se fueron a hablar con el oso Tomi de lo que a el le pasaba y tratar de solucionar su problema.

 
MORALEJA: Los verdaderos amigos siempre nos estarán acompañando en nuestros difíciles momentos y es allí donde aprendemos a sentir y a demostrar todo lo que sentimos.