EL OSO QUE NO PODÍA SENTIR

El oso Tomi siempre vivía feliz; todos los animales que lo conocían siempre lo veían muy feliz, nunca lo veían enojado ni triste, ni deprimido y ni mucho menos furioso. Solo lo veían muy contento.
Un día, el oso Tomi estaba paseando por el bosque, aunque él siempre se veía muy feliz, ese día particularmente estaba con una gran sonrisa, pero su ánimo estaba medio apagado.
A él siempre le encantaba disfrutar del maravilloso canto de las aves y de lo hermoso de la naturaleza. Pero este día particular siempre miraba hacia el piso como triste o deprimido.
 Él no podía sentir y no sabía cómo reaccionar.

 A Tomi le dieron una mala noticia; un día cuando él se dirigía para el trabajo, como siempre lo hacía, el jefe le informó del recorte de personal y lo echaron de la fábrica de cobijas. La fábrica más grande de todo el bosque con sucursales y tiendas y él era uno de los vendedores más importantes de ese lugar.
Su jefe lo despidió porque estaban en crisis financiera y no podrían sostener tantos trabajadores que poseían.
Esa noticia lo puso muy triste a pesar que Tomi no podía sentir ese sentimiento estaba tan deprimido, aunque su cara mostrara una gran sonrisa.
Los animales que lo querían mucho se fueron a hablar con el oso Tomi de lo que a el le pasaba y tratar de solucionar su problema.

 
MORALEJA: Los verdaderos amigos siempre nos estarán acompañando en nuestros difíciles momentos y es allí donde aprendemos a sentir y a demostrar todo lo que sentimos. 

LUIS Y SU FOBIA A LAS AGUJAS

 

Luis no se sentía nada bien, entonces su mamá decidió llevarlo al doctor.

El doctor lo reviso y le explico a su mamá su diagnóstico el  cual era una fuerte gripe y le recetó una inyección y antibióticos.

Pero lo que no sabía es que Luis tenía una fobia a las agujas y cuando su mamá lo llevó a la farmacia para que le aplicaran la inyección, Luis no quería entrar porque él ya sabía que le esperaba en aquel lugar. Para  que Luis se dejara inyectar le  prometió comprarle un helado, entonces  él se hizo colocar la inyección y se sintió mucho mejor.

Como lo prometido es deuda fueron por ese helado.

Con el tiempo Luis fue controlando su miedo a las agujas, y ya no se le hizo tan difícil a su mamá a la hora de hacer inyectar a su hijo, con los años fue más sencillo cada vez.

FIN

 

A LA VALENTÍA

 

Cuando tenemos miedo de ser valientes, nuestros propios temores nos pueden llegar a consumir  sin que nos demos cuenta,  mejor empecemos a  vivir.

Igualmente a creer que también podremos salir a comernos el mundo y a disfrutar de la vida.

Siempre van a existir obstáculos que creamos no poder esquivar, pero con nuestra motivación lo  lograremos.

Solo lo que tú necesitas saber es que se puede tener miedo, pero al mismo tiempo podremos ser valientes y cumplir nuestros sueños.

Nunca te dejes caer, pero si te caíste, se valiente y vuélvete a levantar afronta esa adversidad  y podrás afirmar: que sí se vale ser valiente y también arriesgado.

Reflexión: La valentía nos ayuda a superar obstáculos y a alcanzar metas.

 

LA NOCHE DE LAS BRUJAS

 

Cierta vez una momia salió de su tumba para  encontrase con Drácula y hacer una fiesta para celebre la noche de las brujas. 

 

Los monstruos empezaron a realizar los preparativos. La Momia llevo los bocadillos de cucaracha y otros de gusanos de Egipto. Drácula llevo más bocadillos de Pensilvania y un pastel especial de chocolate.

 

Todos los monstruos llevaron varias cosas, unos llevaron adornos y otros llevaron más comida y hasta armaron juegos.

 

Comieron muchos dulces y se divirtieron bastante en la fiesta.

 Fue Crampus  a repartirle regalos a todos sus monstruitos y bailaron  hasta el amanecer.

La pasaron muy bien  y vivieron felices por siempre

Fin

Feliz noche de brujas. 

 

 

EL GATO QUE DESEABA SER UN  ROCKERO

Había una vez un hermoso gato llamado Michí que le encantaba el rock y soñaba algún día llegar a tener su propia banda. Lo primero  que él necesitaba eran integrantes para poder conformar su tan anhelada banda de rock.

Un día nuestro amigo Michí conoció a un conejo que tocaba la batería.

Don Michí le preguntó:

¿Quieres hacer parte de mi banda de rock?

A lo que el conejo eufórico respondió un rotundo sí.

El grupo iba quedando conformado por la tortuga, la cebra, el tejón, el conejo y Don Michí quien era el guitarrista.

Las funciones de cada uno quedan así:

El tejón el vocalista el  de teclado la tortuga la cebra el bajista el conejo el baterista.

Cuando empezaron a dar conciertos con sus fabulosos instrumentos a pesar que no eran muy reconocidos, pero con el tiempo se hicieron tan populares que han estado en muchos países del mundo como Corea, Estambul, Estados Unidos, Francia y otros más.

Pero nunca se les olvido aquel bosque que los vio crecer, cada que pueden los visitan y los ayudad.

Vivieron felices por siempre.

FIN

Moraleja: los sueños se cumplen con dedicación y esfuerzo

 

 

 

COMO EL TEMA DE MI BLOG: “EL CIELO ES EL LIMITE”

 

Hoy les quiero compartir mis trabajos, realizados con esfuerzo y dedicación demostrando que todos tenemos capacidades que debemos aprovechar.