Al Dolor
Un corazón lastimado nunca cicatriza.
Y al nunca cicatrizar aprende a desconfiar,
sobre todo en las personas
y en el amor que lo cura todo.
Pero solo en el anhelo de proteger su corazón
logra que lo vuelvan a lastimar.
Más la fuerte armadura creada
no logra protegerlos del inmenso dolor.
La desesperación se acrecienta,
al volver a ser presa de situaciones amargas
en garras de los insensibles.
Hasta que ser pueda decir ¡basta!
Sólo yo puedo abrir mis propias alas
y podré volar hacia la libertad
que un día la vida me ofrece
sin dejarme caer.
La felicidad es una dama muy efímera,
pero mis ansias de nunca volver a llorar
lágrimas de sangre y sufrimiento,
Me incita a llorar pero de felicidad.
Anhelo mi bienestar y
el de las personas que me rodean,
estar en un lugar feliz
y que todo sea lo más hermoso
que mis ojos hayan visto.
No quiero volver a sufrir nunca más
Lo que más deseo es…
Abrir las puertas a la felicidad,
aunque son tan pesadas.
Y he llegado a concluir:
Que todavía no me las merezco,
¿Podré algún día ser merecedora de ellas?
Tan sólo quiero encontrar,
Lo que siempre he querido hacer y ser
Y así decir al fin que soy feliz.
REFLEXIÓN:
Si te identificas un poco con estas letras, te invito a que hagas un baúl de los momentos dolorosos de tu vida y déjalos ir.
MANUELA DÍAZ GALVIS
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